La siguiente es una breve lista de las principales enfermedades de los ratones, con orientaciones sobre su posible tratamiento.
- Heridas:
Una herida sin curar puede ensuciarse y convertirse en un absceso o eventualmente en una infección de la sangre. Saque al ratón de su jaula y límpiele suavemente las heridas con agua templada. Si parece que la herida está infectada, puede añadirse al agua una cantidad muy pequeña de antiséptico diluido. Si la herida ha desarrollado un absceso, deberá abrirse y vaciarse; hay que hacerlo oprimiendo suavemente para que salga el pus. Tenga cuidado en no apretar demasiado fuerte, pues podría dañar al ratón –y causarle incluso un shock–. Luego será necesario desinfectar el absceso. Para asegurarse de que se ha eliminado todo el pus, aplique una gota de peróxido de hidrógeno en la cavidad del absceso, que formará una burbuja al contactar con la carne, y así expulsará todo el pus.
- Ácaros:
El tratamiento para los ratones es doble. En primer lugar, sumerja a su ratón en un parasiticida, que puede adquirirse en una tienda para mascotas. Una inmersión debe ser suficiente para eliminar a la mayoría de ácaros. En segundo lugar, conviene colocar una tira especial plaguicida, que matará a los ácaros restantes en la zona, en la misma habitación en que esté la jaula del ratón. En este caso, como en otros, es mejor prevenir que curar, por tanto si es posible, tenga siempre a mano esos elementos.
- Diarrea:
Los síntomas de la diarrea son muy obvios, y malolientes. Esto suele ser el resultado de un exceso de alimentos vegetales o de líquido. Suprima todos los vegetales, las frutas y los alimentos húmedos durante unos días, y suministre sólo productos secos al ratón, poniendo también a su disposición agua potable fresca. Pronto remitirá la enfermedad. Después de una semana, aproximadamente, puede empezar a suministrar vegetales otra vez, pero en menores cantidades que antes. Si la enfermedad persiste, puede ser debido a una infección bacteriana, en cuyo caso ha de consultar a su veterinario.
-Resfriados:
Los síntomas de un resfriado en los ratones son los mismos que en los seres humanos: goteo de la nariz, letargo y estornudos. Aísle a un ratón con resfriado en su propia jaula en un entorno más cálido con cama extra. Dele algunos suplementos nutritivos, tales como pan y leche con aceite de hígado de bacalao, añadiendo un extra de vitaminas. El resfriado deberá desaparecer pronto y, después de una semana aproximadamente, puede volver a colocar al ratón en una jaula común.
- Vals:
Esta enfermedad implica que el ratón dé vueltas en círculos, perdiendo el equilibrio y actuando de modo desorientado. Se conoce más comúnmente como una afección del oído interno. A veces los antibióticos prescritos por un veterinario pueden ser un buen tratamiento, pero, generalmente, la causa es un defecto hereditario y no puede curarse. Con mucho, el tratamiento más amable es adormecer a los ratones afectados, y la prole no debe utilizarse para criar.
- Tumores:
Los tumores son hinchazones que se desarrollan en el cuerpo de los ratones. Existe la posibilidad de confundir los abscesos con los tumores, pero éstos suelen ser sólidos al tacto. Los tumores se producen generalmente en las glándulas mamarias en las hembras o en los testículos en los machos. Desgraciadamente, no hay cura. Eventualmente estos tumores cancerosos causarán la muerte del ratón. Sin embargo, es más misericordioso aplicar la eutanasia a los individuos afectados antes de que los tumores crezcan demasiado.
- Propagación de las enfermedades:
La propagación de una enfermedad entre los ratones en un alojamiento común depende de los factores siguientes:
a) ¿Cuántos animales están ya infectados?
b) ¿Qué capacidad de infección tienen los organismos causantes de la enfermedad? ¿Cuánto tardan un número adecuado de organismos en pasar del primer animal enfermo al segundo, y así sucesivamente?
c) ¿Qué potencia tienen los organismos patógenos, y cómo contrarrestan la resistencia del animal?
d) ¿Qué resistencia tiene el animal contra un determinado organismo patógeno? (Alguna resistencia es de tipo natural, y la otra puede ser adquirida por brotes previos de la enfermedad, o por vacunación o inoculación).
Aparte al macho del escenario familiar de su ratón si la dieta es deficiente en proteínas, pues en tal caso el macho podría comerse a las crías.
Los ceniceros poco profundos son adecuados para colocar un poco de leche y ayudar a la hembra lactante a dar de mamar, y evitarán que los ratoncitos vuelquen el contenido, como podría ocurrir si el recipiente fuese más profundo. Como material de cama en la jaula, los periódicos son excelentes; las tiras de papel de prensa son cálidas, absorben bien, y pueden destruirse fácilmente.
No maneje los ratones recién nacidos, desnudos, hasta que la madre los saque del nido, ya que ella podría comérselos.
- Tratamiento: ¿Sí o no?
Los tratamientos que se indican aquí son algunas de las medidas seleccionadas por otras personas. No los considere remedios seguros. Evite tratamientos con medicinas a menos que cuente con asesoramiento profesional, o que comprenda claramente las instrucciones que acompañan a la medicación. En muchos casos, los criadores de ratones ponen fin a un ratón enfermo en vez de intentar curarlo. Por supuesto, con las mascotas uno no desea dar ese paso drástico. Consulte con un veterinario si tiene dudas sobre el tratamiento correcto y seguro.
Las medidas higiénicas son eficaces para prevenir y curar la enfermedad, ya que permiten que ayude la propia resistencia del ratón. También puede servir de ayuda un soporte nutricional, como el de las vitaminas. Vigile que los alimentos y el agua estén frescos, y mantenga limpios y secos el alojamiento y la cama. Retire las deyecciones acumuladas. Aunque se debe acariciar a los animales y jugar con ellos para mantenerlos mansos (¡y ellos también disfrutan jugando!), déjeles descansar tranquilamente un rato si parece que están indispuestos. Puede seguir sentándose al lado de su cama y hablar con ellos hasta que se recuperen, pero ha de reducir cualquier trato durante cierto tiempo.
- Desinfección terminal:
Los ratones muertos deben retirarse inmediatamente de un grupo de ratones, con el traslado de los que quedan vivos, y la limpieza y desinfección de la caja. Esto puede parar la propagación de las infecciones contagiosas a los ratones sanos, aunque quizás algunos ya estén infectados: el mantenimiento higiénico de la jaula, contendrá, sin embargo, las manifestaciones de la enfermedad, o tal vez limitará la gravedad de un brote si finalmente se presenta la afección después de un periodo de incubación.