- Un buen origen:
Las crías que tienen madres dóciles y que han sido destetadas
correctamente suelen ser más sociables y aptas para mascotas en
casa. Si las crías presentan un destete prematuro pueden tener
conductas a medio plazo, y si han sido criadas de un modo salvaje,
totalmente en libertad, nunca podrán ser educadas o requerirán
muchísimo más esfuerzo.
- Nada de estrés:
El cerdito jamás podrá adaptarse si se le trata de forma brusca o
se carece de la paciencia y capacidad de enseñar necesarias para
tener una mascota en casa, que al principio además se muestra
especialmente asustada. Necesita estar en un momento equilibrado y
tener un propietario paciente, tranquilo y con capacidad de mando.
- Disciplina rigurosa:
El cerdito vietnamita es sumamente
inteligente, mucho más de lo que en un principio
podamos creer. Es por ello que debemos ser también muy rigurosos
en su enseñanza, para evitar que se convierta en un
animal tirano y malcriado, ya que la tendencia es ceder antes a su
apariencia simpática sin pensar que necesitan disciplina como
cualquier otro animal de compañía.
- Necesidad de afecto:
Su gran sensibilidad requiere también grandes dosis
de afecto, que le transmitiremos en forma de
caricias, primero con cuidado, y después como demostración del
cariño que sentimos por nuestra mascota. Descubramos sus
puntos débiles, dónde les gusta ser rascados, y se
convertirán en animales cariñosos y agradecidos de ser queridos.
- Vencer el miedo:
Estos primeros días son vitales
en la educación del cerdito. De nuestra paciencia y
nuestra constancia, de que sepamos infundirles
confianza con las pautas adecuadas, depende en gran
medida el carácter y la adaptación de nuestro cerdito. Cuanto antes
consiga vencer su miedo al contacto, antes se integrará en la nueva
familia.
- Necesidad de compañía:
El cerdito vietnamita es un animal que necesita
sentirse integrado en un grupo social. No quiere
decirse que no pueda estar solo un tiempo en casa, sino que buscará
formar parte de la familia. Si le proporcionamos una, la nuestra, se
integrará de un modo total. Si no mantiene contacto con nadie, se
convertirá en un animal huraño y no apto como mascota.
- Dieta rigurosa:
Los cerditos son muy tendentes
a la glotonería. Su aspecto simpático puede
hacernos ceder al principio en cuanto a su alimentación,
convirtiéndoles en una mascota exigente que pide constantemente
comida. En nuestra mano está evitarlo.
Son omnívoros y podrán comer todo lo que les demos, pero cuidemos
de que su alimentación sea equilibrada y no abundante en exceso.
- Ejercicio diario:
El aire libre
y el ejercicio
moderado diario son necesarios, no sólo para la salud física de
nuestra mascota, sino para su equilibrio mental. Proporcionémosle un
entorno al aire libre para que pueda disfrutar del exterior, así se
convertirá en un animal
feliz y sin ansiedad.
- Diferentes sonidos:
Nos quedaremos muy sorprendidos cuando, una vez que esté integrado
en nuestro hogar, descubramos los diferentes sonidos del “lenguaje”
del cerdito vietnamita. Un saludo, una solicitud, un agradecimiento,
un estar a gusto, un estar enfadado... Todo lo transmitirá con
sonidos distintos, que nos darán una idea exacta del estado
de ánimo de nuestra mascota.
- Personalidad propia:
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